martes, 18 de noviembre de 2014

Jack era un weón mala persona (Parte 1)



Si de algo estoy muy agradecido, es de que mis papás siempre me enseñaron a ser  bueno, y de hecho, he tratado de ser la mejor versión de mi mismo desde siempre, cuando chico, solía pensar que toda la gente era buena, un poquitín buena, aunque sea una miguita, es decir; todos, sin excepción, era buenos.

 Lastimosamente a la tierna edad de 5 años , cuando no usaba lentes, no tenía alergia a existir, ni me daban ataques de asma, descubrí que las cosas no eran así,  conocí a quien llamaremos Jack (para no decir el nombre de este simpático tipo) y SÍ, Jack era realmente una MALA PERSONA,  ¿nunca les ha pasado que alguien no les da buena espina? Bueno, a mi me pasaba con Jack,  era definitivamente el arquetipo de chico bullying, no el típico Nelson de los Simpson, este weón, era malo, pero malo de adentro.


Recuerdo que el primer día de clases del kínder “A” fue algo que no iba a olvidar fácilmente, el espectro de las personas que conocía o recordaba no pasaba de mi familia o uno que otro vecino,  y estar sentado con 20 weones gritando para todas partes, (que extrañamente parecía que todos habían ido al mismo jardín porque todos se conocían) era  algo que definitivamente que me superaba, (o yo tenía unas habilidades sociales como el forro, porque no fui capaz de hacerme un amigo en 20 segundos como todos los niños de 5 años suelen hacer). 

Llegué a la sala de la mano de mi papá y ahí me lo encontré, Jack, quien sería mi primer enemigo mortal, me despedí de mi papá, me dejó con la tía y me fui a sentar, por raro que parezca y por alguna razón extraña del destino supe desde el primer momento que hicimos contacto visual, que ese tipo era diferente, tenía algo extraño (En los días de hoy asumo que  "eso extraño" era seguramente un aura maligna producto de un pacto con el diablo que  hizo este weón por comer cabezas de hámster o algún ritual raro y sangriento), y obviamente yo en mi inocencia de pequeño me acerqué a el, ¡¡PAFFF!!, no habían pasado ni 5 segundos y el imbécil me había lanzado un Pedro Picapiedra por la cabeza , a mis adentros pensé -"¿QUÉ MIERDA LE PASA A ESTE WEÓN?"- acto seguido me puse a llorar, ¿Y la tía de la sala?, pff, las bolas, jamás se apareció.

Hasta ahora seguramente estarán pensando, "Pero weón tenías 5 años, le das color"- no es ni la mitad queridos amiguitos.

Pasados unos años más llegamos al 6to básico , a pesar de que todos éramos cabros chicos, Jack había crecido mucho más que nosotros, era la viva imagen de weón más aberrante de la tierra, si, a parte de malo, era feo, medía lo mismo que un alumno de segundo medio, era peludo como Chewbaca , sudoroso, y zezeaba, sin mencionar que ahora tenía dos esbirros (digo esbirros porque amigos ni cagando es la palabra correcta para definir a  las dos ratas que andaban con el, eran más bien unas mascotas) , eran los típicos weones que te acusaban cuando te mandabas alguna cagá que tu profe no hubiese visto, o agarraban a un weón en la semana y no lo bajaban del carrusel hasta que se cansaban, lo digo porque a mi me tocó varias veces, en cierto modo siempre pensé que yo era su favorito, seguramente lo que pasaba por su cabeza era -"Este será el mes de Mujica"- porque al parecer cuando la agarraban conmigo lo disfrutaban más.  

Por cosas de la vida en el "mes de Mujica" (Como el mes de María pero con Saimon y alergia) terminó en un apestoso trabajo de música que tuve que hacer, adivinen con quien, OBVIO, Jack, sus dos ratas, y 3 weones más...





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Por ahora queda esto aquí amiguitos, esta semana se sube la segunda parte.
un tremendo abrazoo! 

Saimon.


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